Las empresas alimentarias buscan su camino hacia el futuro en Internet

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Los proveedores de productos de alimentación están luchando por adaptarse al mundo online y necesitan invertir en embalajes, presentación y cadenas de suministro más efectivas para obtener beneficios a largo plazo.

El comercio electrónico supone el 3,7 por ciento de las ventas de artículos como alimentos, bebidas y productos de cuidado personal, según el investigador de mercado Kantar Worldpanel, que prevé un aumento de un 5 por ciento para 2016 mientras los supermercados desarrollan sus páginas web y minoristas exclusivamente online como Amazon y Ocado se enfrentan a ellos.

Un mayor comercio electrónico podría ahorrar dinero con un marketing más dirigido, también a través de las redes sociales, y menores costes de desarrollo de productos, pero responsables de la industria dicen que los fabricantes aplazan la innovación debido a los hasta ahora pequeños volúmenes de artículos vendidos en Internet.

En una reunión reciente del Consumer Goods Forum (CGF) en París, el vicepresidente de bienes de consumo de Amazon Doug Herrington les recriminó por la presentación de sus artículos, y dijo que su empresa tenía que fotografiarlos para mostrar su escala.

«Este es un espacio en el que deberíais ser líderes y en su lugar veo que tenemos que innovar en su presentación», dijo, destacando que a menudo los productos llegaban goteando o en un papel de burbuja poco atractivo.

«El primer momento de la verdad para el cliente no es lo que hay en la página, es lo que llega a sus casas».

La mayoría de las empresas alimentarias siguen sin estar «preparadas para la venta online», dijo el analista de Rabobank John David Roeg, que agregó que deberían expandir su surtido de productos, ya que es más probable que los compradores online usen términos de búsqueda como «yogurt orgánico» o «pan sin gluten».

Algunos fabricantes están jugando con sus propias páginas de venta, pero sólo en algunos nichos, y firmas como L’Oreal, Nestlé y Procter & Gamble venden pequeñas cantidades de cosméticos, café, chocolate o champú directamente.

Una migración a Internet llevaría finalmente a una mejor fecha de consumo y por tanto a un menor inventario de productos a través de la cadena de suministro, dijo Roeg, reduciendo el capital circulante y los nuevos costes de desarrollo de producto.

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