El vino es una bebida que puede ser disfrutada por casi todo el mundo. Es complejo, sabroso y refrescante al mismo tiempo. Los entusiastas del vino saben que un buen vino va más allá de ser simplemente delicioso: también debe tener un equilibrio entre la acidez y el dulzor, por ejemplo. Pero, ¿qué significa esto? ¿Qué es lo que hace que una copa de vino sea tan especial? He aquí algunas características de un buen vino:

El buen vino tiene un equilibrio de azúcar y acidez.

Al catar un vino, es importante tener en cuenta tanto el azúcar como la acidez. El azúcar es uno de los componentes que dan al vino su sabor, pero puede haber demasiado o muy poco, y cuando no hay suficiente azúcar en un vino, éste tiene un sabor plano y aburrido. La acidez es lo que hace que haya un buen equilibrio entre el dulzor y el amargo; si no hay suficiente acidez en tu copa de vino, puedes notar que tu paladar se siente cansado después de beber toda la botella (las papilas gustativas tardan más en recuperarse de una bebida ácida que de algo más dulce).

No debe tener olores ni sabores extraños.

Esta es una cualidad estrechamente relacionada con la anterior característica del buen vino, pero es importante tener en cuenta que «extraño» no significa sólo olores y sabores de la uva. También puede tratarse de un olor procedente de las barricas de roble en las que ha envejecido el vino, o incluso de algo tan simple como el vinagre.

El buen vino sabe bien.

Al final, el gusto es subjetivo. Entonces, ¿qué hace que un vino sea bueno? Una cosa en la que podemos estar de acuerdo es que debe ser agradable. Esto significa que el sabor del vino debe ser equilibrado, ni demasiado dulce ni demasiado seco. Por ejemplo, si le gustan los vinos más dulces con mucho sabor a fruta (como las frambuesas), probablemente preferirá un Pinot Noir a un Albarino o un Sauvignon Blanc. El sabor también debe ser distintivo y único.

Las calidad de las uvas es clave.

Parece sencillo, pero no lo es. Las uvas que se cosechan demasiado pronto tendrán un alto contenido de azúcar, pero no tendrán mucho sabor. Las uvas que se cosechan demasiado tarde tendrán un menor contenido de azúcar y más sabor, pero serán más difíciles de procesar. El mejor vino procede de uvas que están lo suficientemente maduras, ni demasiado dulces ni demasiado ácidas.

El siguiente paso es almacenar las uvas adecuadamente para mantener su frescura y calidad hasta que esté listo para empezar a procesarlas en vino. Las uvas que no se almacenan correctamente pueden estropearse o perder su calidad general a los pocos días de ser recogidas. También necesitan una manipulación adecuada a lo largo de todo el proceso de producción; por ejemplo: si el vinicultor no fermenta correctamente el vino con levadura (de la misma manera que se hace el pan o la cerveza), tampoco se obtendrá todo el sabor del producto».

Conclusión

El vino es algo que se debe disfrutar y como cada quien tiene gustos diferentes, estaremos de acuerdo en que es difícil determinar cuál es el mejor vino para ti. Lo que sí podrás hacer ahora es saber si un vino es bueno al catarlo. El Grupo Pampas tiene un surtido interesante de vinos para maridaje, así que puedes visitarlos cuando quieras y disfrutar de un buena copa.

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